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Este blog pretende compartir algunos pensamientos y expresiones creados en tiempo de juventud...

martes, 3 de junio de 2014

Comentarios del Folleto Alternativas al Desarrollo. La destrucción del planeta NO es un destino.



Cabe hacer pública una aclaración, desde hace tres meses vivo en Esmeraldas, por lo cual en honor a la verdad, actualmente no estoy participando dentro del Colectivo de Educación Popular ¡Liberémonos!, pero creo que próximamente van a haber noticias de él en Esmeraldas también.

Creo que es inevitable mostrar la emoción que tengo en este momento, así que antes quisiera compartir mi emoción con ustedes. Yo nací en una ciudad fronteriza de Ecuador a la que Benjamín Carrión le decía “el último rincón de la patria”, en Loja había una radio local que de vez en cuando transmitía unos audios, para escucharlos había que tener suerte, porque no eran transmitidos con tanta frecuencia, así que algunas veces sintonizaba la emisora esperando encontrarme con alguno. 

Estas grabaciones varias veces me dejaron pensando y  otras malpensando, había por ejemplo un audio que preguntaba, ¿Será una coincidencia  que los países a los que hoy se llama subdesarrollados, sean los mismos países que anteriormente fueron colonias europeas? 

Me puse a hacer el ejercicio al que se invitaba en el audio y sentí como si un secreto que la historia me había guardado se revelara ante mis ojos, para mostrarme parte de la historia no contada, creo que ese momento fue crucial para entender la vida desde otra mirada, y recurrentemente utilicé el ejemplo y el argumento en los debates de adolescente, desde entonces he venido creciendo junto a la influencia de las y los Radialistas apasionadas y apasionados, aún si conocer sus rostros pero identificando perfectamente sus voces y sus mensajes, el llamado siempre fue un llamado a cuestionar a reconstituir nuestra historia, a buscar entrelíneas la historia que el poder guardaba, de allí mi emoción por el honor de estar junto a ustedes hoy.

Agradezco mucho la invitación y el que se haya considerado mi nombre para poder compartir algunos comentarios el día de hoy, aunque yo la verdad estoy muy dudosa de tener comentarios, porque creo que más que comentarios son  algunas inquietudes y cuestionamientos que  el folleto ha ido propiciando en mí, y que cumplen con el objetivo de este libro,  que inicia proponiéndose como incitador de debates, un incendiario de ideas, y quizá también un muy oportuno utilizando la palabra censurada “agitador” de conciencias.
Cuando comencé a revisar el folleto, lo primero que valoré del mismo fue la sencillez y lucidez del lenguaje con la que se exponen las ideas, qué fácil resulta entender términos como extractivismo, modelo económico primario exportador, internacionalismo, megaminería, hidrocarburos, monocultivos, entre otros que encontramos en el folleto y que explican la idea de desarrollo que los contienen, valoro la simplicidad de las palabras, porque se vuelven accesibles, y porque estas reflexiones pueden democratizarse, al ser producciones colectivas, recogen muchas reflexiones que emergen del pueblo y sus bases organizadas, y que finalmente también regresan a él para seguir retroalimentando ese diálogo de saberes.

Mientras más avanzaba  más iba disfrutando de la lectura, porque se van evidenciando cadenas imperceptibles atadas con sutileza en el pasado pero que influyen en nuestras formas de vida actuales, nos manejamos bajo lógicas patriarcales, capitalistas y coloniales que aún no hemos podido superar, una matriz colonial de poder eurocéntrica y excluyente a otras formas de ser, estar y hacer, “sobre la cual se erige un modelo civilizatorio dominante, para el dominio del tiempo, del espacio, del sentido, del conocimiento, de los saberes, los lenguajes, las  prácticas, las memorias, los imaginarios, las subjetividades y los cuerpos en definitiva para el control y el dominio de los seres humanos, la naturaleza y la vida.” (GUERRERO: 25:2010)

Pese a que el colonialismo haya terminado hace muchos años atrás, seguimos viviendo la colonialidad, porque nuestros espacios siguen corriendo la suerte de Potosí,  porque “nuestra contaminación” es el sacrificio con el que se está pagando la conservación del otro lado del mundo,  porque a las transnacionales se les reconoce el derecho a contaminar, y a continuar saqueando otros territorios, siempre y cuando no sean los propios y siempre y cuando sirvan para abastecer sus consumos, bajos sus precios, bajo sus reglas; porque los cultivos corresponden a las necesidades extranjeras, y nuestras materias primas siguen costeando ganancias a cambio de destrucción. No hemos dejado de ser Potosí.

Vivimos la colonialidad presente en expectativas impuestas por una sociedad que espera altos niveles de consumo, para estar dentro del capitalismo central en goce de privilegios que el capital permite, versus un capitalismo periférico en donde se encuentran quienes ni siquiera puede acceder a derechos, menos aún a privilegios por estar privados de capital, se califica a las personas por los consumos, en una intención de uniformar a las sociedades en torno al capital como como aspiración máxima. 

Es profundamente ético cuestionar que se imponga una mirada de desarrollo como si se tratase de un deseo universal ineludible, que se pretenda “desarrollar” a los países subdesarrollados, porque “la lucha contra la pobreza puede convertirse en una arma ideológica, igual que el subdesarrollo ayuda a controlar y subordinar prácticas alternativas”, para anular formas otras de vivir, alejadas del mundo occidental, se impulsa y se justifica el desarrollo como la única vía, hay propagandas en la televisión en donde aparecen personas exigiendo el “desarrollo” que el resto del Ecuador posee.

El estado se ha vuelto el cómplice de los desplazamientos en comunidades, los campesinos están siendo obligados a salir del campo, a la fuerza o a través del convencimiento de que la ciudad es el espacio de desarrollo, por lo cual se prioriza la urbanización de las zonas rurales,  hay modernización, pero no no hubo incremento en la vida, un ejemplo se encuentra a las orillas del río Canandé en Esmeraldas, donde la población no tiene agua potable, sin embargo cuentan con un infocentro financiado por claro, en convenio con el estado. Se vende una ficción, un espejismo como lo llama el libro, de que estamos “desarrollándonos”.

Nos estamos acostumbrando a las consecuencias del sistema, como si no hubiera otra alternativa, con ello estamos aceptando las consecuencias de nuestras prácticas, más allá de lo que nuestra propia huella ambiental pudo haber dejado, estamos malgastando algo que no nos pertenece, sino de quien formamos parte. 

Sin bien es cierto este material hace un  diagnóstico muy claro del sistema capitalista y del extractivismo como modelo económico, también plantea un desafío para todas y todos, el de buscar colectivamente alternativas de fondo al modelo que se nos traza casi como un destino.

Frente a una maquinaria gigante, quizá lo más meritorio es una resistencia gigante, este material nos invita a seguir encontrando alternativas, y a plantearnos el derecho a soñar a pensar en un mundo diferente, nos invita por ejemplo a:

  •  ·        Aprender de las luchas ya existentes, unir sueños, aprender de los errores históricos.
  • ·        Transformar la política,  nuestras formas de entenderla, nuestras formas de interpretarla, ampliar nuestras miradas sobre la democracia y no reducirla al plano electoral, sino reconocer que hay otras formas muy genuinas con las que hemos venido construyendo democracia.
  • ·        Reconocer que hay formas históricas de resistirse y participar de forma espontánea y que son legítimas y espontaneas, y que la legitimidad supera a la legalidad.
  • ·        Transformar nuestras formas de relacionarnos, nuestras diferencias, o incluso nuestros deseos.
  • ·        Retomar prácticas como el trueque, y otras que no propenden al capitalismo.
  • ·        Recordar que las decisiones deben ser puramente soberanas, es decir que el mandatario es quien cumple con las decisiones de los mandantes, no es quien decide, sino quien ejecuta las decisiones de los otros.
  • ·        Los recursos son nuestros, los dueños del estado somos nosotros, como pueblo somos quienes debemos decidir.
  • ·        Re educarnos, aprender colectivamente, como dice Freire, nadie educa nadie, nadie se educa a si mismo, los hombres y mujeres se educan entre sí, mediatizados por el mundo.
  • ·        Replantearnos la educación como un mecanismo de emancipación, para deconstruir las lógicas que nos califican como bueno o malo a partir de una puntuación.
  • ·        Reafirmar nuestras luchas diversas y reconocer la legitimidad de las demandas del pueblo, reconocernos diferentes pero no indiferentes a las reivindicaciones de otros movimientos sociales.
  • ·        Cuestionar los  trabajos que nos hacen máquinas del trabajo, y que nos construyen como individuos aislados de nuestros espacios de trabajo colectivo o comunitario.

  • ·        Consumos razonados, capacidad para resistirse al consumismo,  si bien es cierto que dentro del sistema somos consumidores por imposición, digámosle no al consumismo.
  • ·        Exigir que nuestras decisiones sean consultadas y no solamente socializadas.
  • ·        Democratizar todas nuestras relaciones, de pareja, familiares, laborales, comunitarias, barriales, organizativas, etc.
  • ·        Conociendo nuestras realidades, relacionándonos con nuestros contextos circundantes para entender los puntos de vista varios.
  • ·        Rechazar el desarrollo de monopolios que concentran las riquezas en unas solas manos.

Creo que este momento histórico nos exhorta a debatir,  y rebatir sobre las realidades de vida  por las que caminamos. Hace algunos meses tuve algunos aprendizajes de vida que me hicieron creer que hay realidades que se evidencian  espontáneamente  y que como dice la canción “las cosas se cuentan solas, solo hay que saber mirar”, sin embargo ahora creo que estamos en la obligación de debatir y denunciar lo injusto , porque si bien es cierto “no son buenos tiempos para los soñadores”, debemos transgredir los tiempos y soñar hasta por deber, por respuesta subversiva a una realidad con la que no estamos de acuerdo, porque lamentablemente las cosas están gritando solas, pero parecen no ser vistas, o quien las ve prefiere hacerse el que no las vio, y más que un tiempo de denuncia sola, es tiempo de alternativas muchas gracias a todas las personas y al trabajo colectivo que nos ha permitido tenerlas presentes, este folleto cumple ya con su parte y el conocerlo ya nos hace responsables de vivirlo.

 “que el espíritu de la palabra, que da vida el fuego del corazón, hará posible que podamos conversar con amor y con respeto, con el espíritu de la naturaleza, de la tierra y del cosmos.”Anciano guaraní Karai Miri.

MESA REDONDA: Desafìos Culturales e intelectuales de los jóvenes dentro de la universidad.


"No es cierto que todo tiempo pasado fue mejor. Lo que pasaba era que los que estaban peor, todavía no se había dado cuenta” Quino. Joaquín Salvador Lavado.

Ante nada quiero agradecer la invitación muy generosa que las chicas y los chicos del Club de Oratoria Generación Cosmopolita han tenido para conmigo, y para evitar las sorpresas posteriores, debo confesarles antes que, yo no soy ninguna intelectual, sino que más bien me declaro una ignorante para ser precisa, por ello me siento privilegiada, de estar rodeada de personas de las que sin duda aprenderé mucho, y no solamente me refiero a la mesa, sino también al auditorio, también porque si las cosas que digo están equivocadas, estas equivocaciones me darán la oportunidad de seguir aprendiendo sin ningún tipo de vergüenza pública y sin riesgo de recibir tomates, zapatos, celulares, computadoras, dinero en efectivo, etc. 

Sin embargo les agradezco mucho por escucharme, porque tranquilamente en este momento podrían estar fuera de este salón, recibiendo esos maravillosos rayos de sol, que sin duda alguna son mucho más saludables que yo y mis palabras.

Como he anunciado anteriormente, no soy una intelectual, pido disculpas si alguien cree que no vengo vestida para la ocasión,  pero esto obedece al bien intencionado propósito subversivo de hacer un quiebre, no solo en mis estéticas sino también que en lo que diré, que no serán más que algunas reflexiones que me he hecho durante estos días, así que lo que vengo a compartir son dudas, y algunas  tentaciones, a ver cómo nos va pensando juntas y juntos, sobre todo planteando, miradas y enfoques otros.

DUDA 1: ¿No creen que deberíamos comenzarnos a cuestionar como estamos viviendo y entendiendo la cultura? Y a partir de ello replantearnos y deconstruir imaginarios, creo que vivimos en una época de innovaciones progresivas, y por principio universal,  debemos estar predispuestos al cambio, reconociendo de antemano como clave de interpretación que el mundo y quienes formamos parte de él somos entes dialécticos.

Yo criticaría por ejemplo el uso convencional del término cultura, que generalmente se reduce a entender como cultura, a todo acto público de espectáculo  vinculado a la “filosofía, la música, la pintura, la escultura, la literatura y otras expresiones de refinamiento del espíritu humano”[1], que en ese sentido vienen a ser solamente una REPRESENTACIÒN de la cultura misma, que “es un producto social. Es la suma de valores, creencias, actitudes y modos de comportamiento prevalecientes en una sociedad, en un momento determinado. (…) todo lo que aprenden las generaciones y los individuos en el curso de histórico de su convivencia social.  Ella es una forma de vida, una manera de ser, un modo de pensar y de sentir y un peculiar estilo de hacer las cosas cotidianas.”[2] Que se pueden ver representados en la filosofía, la música, la literatura, etc. 

TENTACIÓN 1: Partiendo de ello me atrevo a plantear la primera tentación de la tarde, ¿Qué tal si comenzamos a ampliar nuestras miradas sobre cultura?  Y asumimos como primer reto, la necesidad de construir relaciones interculturales otras, porque éstas relaciones existen, pero están guiadas por una matriz colonial de poder, que lo que hace es reproducir prácticas de exclusión, determinadas por la categoría raza, clase, sexo, orientación sexual, identidad sexual, lugar de origen, o religión. Nuestro desafío es justamente construirnos desde la interculturalidad, desde el respeto y la valoración a nuestras diferencias, ¡Qué tal si modificamos nuestras formas de relacionarnos con los otros y las otras, y "buscamos hilar sueños, luchas, esperanzas y ternuras, para tejer una red para la vida, como otra forma de enfrentar la colonialidad del saber, hasta ahora sustentada en la hegemonía de la ciencia y la técnica, de la frialdad de la razón, que construyó un conocimiento disciplinador, alejado de toda forma de afectividad, para que sea instrumental al ejercicio del poder, y que se erigió como un único discurso de verdad, para subalternizar silenciar y desconocer las otras formas de tejer conocimiento".[3]
 
El reto es retomar un diálogo de saberes horizontal entre nosotrxs y nuestrxs diferentes otrxs, creo que debemos aprovecha ese encuentro de culturas que nos proporciona la posibilidad de vivir en un país pluricultural, es uno de los primeros desafíos de la universidad como academia, pero también de quienes le dan vida a la universidad, o sea nosotras y nosotros lxs estudiantes, hermanar nuestras culturas, despejándolas de un horizonte totalizador al que nos obliga la occidentalización, el conocimiento euro céntrico y la globalización, como únicas alternativas para estas generaciones, yo digo, siempre hay formas otras de mirar al mundo.

DUDA 2: La segunda duda es a la vez una tentación, e invita a cuestionarnos la construcción de la “intelectualidad”, en relación precisamente a la responsabilidad que la academia tiene con la ciencia, y sobre todo con la sociedad, no se puede construir la intelectualidad como una característica alejada del pueblo. La academia construida desde el elitismo de los privilegiados,   que pueden y tienen acceso a la educación, cruza también por una cuestión de clase, lo que obedece a la formación de medianas y pequeñas burguesías ilustradas. Como una clase superior, la clase de los iluminados, donde se habla de incluso de la meritocracia, que aplicada a este sentido, se convierte en un instrumento de exclusión racial, social, de relaciones centro-periferia; pues que no es coincidencia que precisamente las personas que provienen de colegios públicos de calidad o privados de élite, sean quienes terminan la universidad  {por ejemplo}, dejando a lado a las personas con educación deficitaria y que casi siempre empalpan con la población indígena, afro, rural y provinciana.[4]

El problema de la meritocracia consiste en creer – además de dotar de valores morales – que a partir de allí no habrá más corrupción, cuando quienes han desmontado nuestro país han sido  generalmente los más “inteligentes”, dejando ver una espiritualidad cristiana positivista que sinonimiza = inteligentes= bueno.

Y se generan oficialmente dos estratos los inteligentes = intelectuales, y los que no, y al final terminamos teniendo tecnócratas en escritorios, sin bajar al territorio, como dicen las consignas populares.

La tentación que yo propongo es que podamos recordar que quienes somos de pueblo, debemos regresar a èl para devolver, y quienes no nacimos en el seno de esta sociedad proletaria  “un pueblo sin piernas pero que camina”, como dicen algunos trovadores contemporáneos,  podamos caminar cercanos a los pasos del pueblo, y la única forma de amar algo es conociéndolo, viviendo con él,  no viéndolo desde la clasificación “masas” como concepto lejano y abstracto.

Y si vamos a buscar el conocimiento de manera apasionada, aunque no queramos que vanidosamente nos llamen intelectuales, y nos rehusemos a que se nos etiquete de tales, construyamos sentidos éticos y convencimientos políticos del intelecto,  como una herramienta para transformar sociedades, democratizar los saberes, los conocimientos, buscar vincularlos con la sociedad, generar ciencia para servir. “Recuerdo mi primer día de clases en la universidad” Nos preguntaron por qué queríamos estudiar y como discurso de memoria todos decían que era “para servir a la sociedad”, creo que con el paso de los años, deberíamos evaluar nuestros compromisos, de otra forma, las palabras bonitas y los discursos se convierten en “canciones para hacer dormir a los niños y a los pueblos” como dice Saramago. No es suficiente indignarse, incluso hasta debemos saber con quienes nos indignamos, y la respuesta sigue siendo el pueblo. 

TENTACIÓN 2: Justamente en relación con estas reflexiones anteriores, me atrevo a plantear otro reto, el reto por democratizar los saberes, que está ligado con reconocer saberes varios,  superando la visión positivista decimonónica de la academia. Que implica reconocer también la sabiduría popular, los conocimientos ancestrales, pero re conocer no solo desde su existencia sino también desde su exploración. Democratizar los saberes también  significa luchar para que quienes tienen acceso al conocimiento no sea solamente una élite privilegiada por su relación o cercanía con el saber formal, sino que la democratización está ligada con el acceso a la educación, sobre todo porque “la educación como canal de acceso y ascenso tiene un sentido especial en la Abya Yala”.

REFLEXIÒN: Ahora quiero acercarme a otras reflexiones, no desligadas del contexto que tratamos, pero que si me parce importante asumir, como un reto de la universidad en general, pero especialmente de la universidad pública, que es recuperar sentidos de apropiación de la universidad pública, hace dos décadas se comenzó con todo un desmantelamiento y un discurso de desprestigio de la universidad pública, a tal grado que ni la universidad veìa como lucha la universidad, ahora hay intentos interesantes por recuperar la universidad como la cosa pública, sin embargo, es muy peligroso el criterio bajo el cual se está pensando la universidad, se la está haciendo bajo la impronta de inteligentísimos técnicos e intelectuales formados en el extranjero y universidades privadas que no tienen mucha idea de cómo es la universidad pública del Ecuador, que no sea la de copiar modelos de otras partes, sobretodo de universidades del primer mundo o de universidades privadas, que siempre es mucho más cómodo que generar el su propio conocimiento. “La universidad pública latinoamericana  necesita un estatus especial, a diferencia de las universidades agloamericanas o europeas para llevar a cabo su tarea”.
Creo que la tarea de recuperar la universidad pública le corresponde a todos, y ese es uno de los retos primordiales que debemos asumir, la academia debe generar su propia ciencia, y la academia somos nosotros, los hacedores y hacedoras de conocimientos y saberes.
La recuperación de la universidad está ligada con la politización de la academia, y sobre todo porque “si la universidad quiere mantener la libertad de enseñanza e investigación, entonces se tiene que entender como fuerza política autónoma en la sociedad” cuya misión sea defender a la universidad misma. 

Yo creo que hay muchas cosas por hacer, y me alegra mucho haber desfogado algunas de esas cosas que me venía atormentando estos días, de reflexión obligada sobre la universidad, y le pensar cuales vienen siendo nuestros retos, no desde los “intelectuales vinculados a la cultura”, sino desde quienes aún pensamos que si todo cambia, nuestra transformación y el de las instituciones, todavía tiene un o más oportunidades de hacerlo, todo dependerá de que hagamos todos desde nuestros espacios.

¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?
¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas?
les queda respirar / abrir los ojos
descubrir las raíces del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan / abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno /
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines de pasado
y los sabios granujas del presente.



[1] BORJA Rodrigo (2008) Sociedad, cultura y derecho. Editorial Planeta del Ecuador S.A. Segunda edición. Quito. p. 236.
[2] Ibídem.
[3] GUERRERO Patricio (2010) Corazonar. Una Antropologìa comprometida con la vida. Miradas otras desde  Abya – Yala, para la decolonización del poder, del saber y del ser. Ediciones Abya Yala. Quito. p. 16 y 17.
[4] Editorial. Revista Mala idea. Nro. 2. Noviembre de 2011. Quito. p.13

sábado, 24 de septiembre de 2011

“Simón así somos, diversidades juveniles”


Imagen: Cortesia de Cauce Ciudadado.
Solo se que nada se” es una de las máximas de humildad socrática, respecto a la amplitud del conocimiento y lo limitado e imposible que resultaría su alcance total, el ser humano en su búsqueda del conocimiento ha intentado explorar e investigar todos los campos posibles. Dentro de las ciencias sociales uno de los puntos de interés es el tema de los y las “jóvenes”, las “juventudes” y “lo juvenil” que son conceptos de los cuales existen muy pocos estudios, y cuyo desconocimiento ha generado una serie de prejuicios, mitos, estereotipos y miedos respecto a los y las “jóvenes”, las “juventudes” y “lo juvenil”, no solo en el mundo adulto, sino en los sujetos base de esas construcciones. “Principalmente cuando los jóvenes siguen siendo una gran interrogante para las ciencias sociales, y la diversidad juvenil continúa en la oscuridad cognitiva.” (Medina Carrasco, 2000:10-11) y cuya construcción está en manos del mundo adulto que elabora conceptos paralelamente, con los que las y los jóvenes se mantienen ajenos y se desconocen en los estereotipos fabricados por las y los adultos.

Se ha llegado a estigmatizar a las juventudes, asignándoles calificativos como inmaduros, incapaces, fiesteros, irresponsables, inexperimentados, rebeldes, sucios, vagos, ladrones, desadaptados, irrespetuosos, malcriados, promiscuos, inmorales, callejeros, que pretender llegar a confundirse con sus atributos reales para el imaginario social, que ha ido construyendo estas percepciones del sujeto joven de manera intolerante a lo desconocido y diferente, que “encuentra en la apariencia y el prejuicio del pretexto “perfecto” para cancelar el espacio heterogéneo, y atribuye todo tipo de connotaciones negativas a los jóvenes.” (Cevallos Francisco, 2006:79)

Estas características se van asumiendo desde un critica de “moralidad” y “normalidad” al sujeto joven que no logra verse o expresarse como el adulto, figura en la que debe reflejarse y a la que como conclusión de experimentos debe llegar a ser, la aspiración final de su construcción como una persona “normal”, condición sine qua non para ser visto como un ser humano desde la visión adulto céntrica, llegar a ese nivel representa haber superado la etapa peligrosa y de riesgo llamada juventud o popularmente conocida como la “edad del burro”, “pensamos que el alcohol, la violencia o las drogas nacieron en esta generación joven.” (Cevallos Chrystiam., 2005: 29-33)

El discurso de normalidad va configurando a su vez un lienzo que cubre las diversidades que existen , generalizando a los y las jóvenes en función a ciertas características particulares, que excluye a quienes no cumplen con esas particularidades. Así por ejemplo en el imaginario social si el joven no es estudiante, no es heterosexual, es casado, es indígena o afrodescendiente, es pobre, es mujer, es madre soltera, esta joven tendría muchas condiciones que la excluyen del concepto de joven que la sociedad tiene, concepto que se ha construido en base a la influencia de muchos factores históricos persistentes como el patriarcado, el adultocentrismo, el feudalismo, e incluso el esclavismo, y que se alimenta con las versiones proporcionadas en los medios de comunicación.

Juan Pablo Chauvín hace referencia a Innis Harold que consideraba que “los medios de comunicación existentes influyen en las características generales de las sociedades,” (Chauvín Juan, 2005: 202) por lo que indudablemente “El discurso mediático (...) promueve, transforma, diseña, facilita y configura las formas de percibir las prácticas, los sentidos y las sensibilidades” (Cevallos Francisco, 2006: 80) siendo uno de los principales elementos para la formación de discursos y percepciones en la sociedad y que incluso se los puede considerar responsables de discursos sesgados, aunque también hay quienes reconocen a los medios de comunicación como elementos de inclusión, como lo señala Paula Moreno Zapata “los medios de comunicación son generadores precisamente de esquemas de inclusión (...) para que las comunidades de jóvenes generen contenidos propios y los compartan a través de redes sociales.” (Zapata Paula, 2009: 10)

Pero más allá del discurso mediático y del imaginario social, las juventudes existimos en plural, porque no existe un prototipo de joven que pueda definirse de manera heterogénea, y cuya generalización se constituiría en otro error por conceptualizar a las y los jóvenes, porque las juventudes se construyen diversas, “hay juventudes, no una sola, pues cientos de factores diferencian las características y oportunidades de unas y otras formas de vivir la juventud en el Ecuador de hoy” (Romo María Paula: 2006: 104) y muchas expresiones las podemos encontrar en las culturas juveniles que se congregan en comunes para compartir cosmovisiones, prácticas, sentidos, significados, resistencias y posturas definidas frente a algunos temas, en relación a ello Rogelio Marcial señal: “Como parte de la gran diversidad que caracteriza a la juventud contemporánea, las llamadas “culturas juveniles” se definen por la conformación de agregaciones de jóvenes en torno a referentes simbólicos que suelen presentarse como componentes de esquemas de pensamiento, organización, valores, prácticas y discursos, todos ellos colectivos, y caracterizados por posiciones alternativas y, en ocasiones a contra corriente, de los esquemas socialmente aceptados y reconocidos.” (Marcial Rogelio, 2009:15)

De tal forma que al igual que el resto de culturas, las culturas juveniles se construyen en base a varios elementos, entre ellos la globalización o mundialización que Giddens la explica así diciendo “la globalización significa expansión del mercado a escala mundial”(Giddens Anthony) por lo cual el mercado se constituye incluso en un codiseñador de las estéticas juveniles, a las que se ha cuestionado mucho por considerarlas vacías y producto de la imitación escasa de contenido, y como producto de la alienación cultural, sin embargo la imitación tiene también un valor en la conformación de las sociedades, Rodrigo Borja dice la imitación “ no solo que es un importante factor de sociabilidad de los seres humanos dentro del grupo sino que además crea en éste formas de ser y de actuar que le dan un sello de identificación” (Borja Rodrigo, 2008:13), como una construcción social somos entonces un respuesta, un efecto, un resultado de las generaciones pasadas, mas lo nuevos elementos que configuran nuestros contextos, “La juventud retrata siempre con trazos fuertes a la sociedad global, la cual por su parte, no siempre gusta de verse retratada” (Aranguren en Feixa, 2000:45).

Las culturas juveniles son “construcciones históricas, de identidad y relacional expresada colectivamente en estilos de vida distintos, localizados fundamentalmente en el tiempo libre o en espacios de interacción de la actividad institucional. Se dotan de recursos instrumentales de participación política y de alternativas de gestión “desde” la diferencia” (Martínez Elí, 2011: 5)

El hombre (y la mujer) ha sido considerado el ser superior en la escala evolutiva, debido a su capacidad de raciocinio altamente desarrollada en relación con el resto de animales, su condición de superioridad también le ha ido atribuida por su capacidad de comunicación compleja, para la que ha desarrollado códigos y lenguajes de comunicación que tienen una carga de símbolos, significados y contenidos. En el caso de las estéticas juveniles “forman parte de un discurso que la sociedad, antes que juzgarla debería conocerla para entender lo que ellos nos están diciendo a través de las representaciones estéticas que han asumido; las nuevas formas políticas de participación o resistencia; la manera de relacionarse con la pareja, de asumir la maternidad, de no compromisos, entre otras.”(Cevallos Francisco, 2006:84). Es decir que las estéticas son una extensión gráfica de la palabra, a través de la estética podemos comunicar con nuestro cuerpo lo que a veces no podemos, o no nos es permitido hacerlo con las palabras, constituyéndose en estéticas comunicativas, en medios de expresión, cuya prohibición o discrimen son una forma de coartar la libertad de expresión incluso, o el derecho a la educación, pues se han registrados casos en el Ecuador donde se han expulsado a estudiantes de algunos colegios por sus estéticas “extravagantes” sin entender que “estas estéticas y expresiones culturales no representan una agresión o violación a los derechos de los demás estudiantes, además no impide el correcto desenvolvimiento personal de estos jóvenes en el ámbito académico” (Acosta Ana María, 2010: 34).
Por citar solamente algunas de las expresiones que nos sugiere Rogelio Marcial y las cuales han sido visibles en Ecuador anotamos a los ”tagers” o “grafiteros” que utilizan las paredes como un medio de expresión, además de que al respecto el grafiti dependiendo de la percepción y sensibilidad de las personas puede considerarse un arte, a la que también hay que rescatar el valor histórico que posee, pues es tiempo gobiernos militares de facto, que fueron muy frecuentes en los años 70 en toda Latinoamérica, los grafitis se constituyeron en las únicas herramientas de expresión contra las dictaduras, y que hoy siguen siendo mecanismos de expresión, lienzos para las reivindicaciones juveniles; también podemos anotar a los “skatos” en Ecuador llamados “skatings” que posicionan el derecho al uso de espacios públicos, mediante la ocupación de sitios como plazas, esquinas, o gradas de las ciudades, “son lugares en los cuales los jóvenes encuentran cierta libertad de acción (...) pueden ejercer sus apropiaciones y allí fortalecer sus identidades juveniles” (Barrientos Alejandro, 2006: 90) y están lejos de los lugares represores cotidianos como el colegio, la universidad, el trabajo o la misma familia; los “rasta” cuya expresiones estéticas y prácticas comunitarias están basadas en el “amor universal” y en la lucha contra la opresión, entendida en la modernidad como el mercado llamado “Babilonia” o sistema, la resistencia rasta busca liberar al mundo del “consumismo irracional” cuyas principales víctimas, identificadas por el mercado mismo son los y las jóvenes; también encontramos los movimientos GLBTI (Gays, Lesbianas, Bisexuales, Transexuales e Intersex) con demandas y luchas por la no discriminación, y la igualdad de derechos, que además en el Ecuador están ligados solidariamente a otras reivindicaciones sociales del movimiento juvenil como la visibilización, incidencia y actoría social juvenil; también encontramos a la cultura “rockera” y cuyo desarrollo complejo se basa en la música como la expresión de resistencia, oposición al sistema, rechazo a las estructuras sociales ijustas, a la doble moral de la sociedad, y como una fuerza transgresora en contra de un mundo que pretende “uniformarnos en normalidad” que lo reflejan con su ropa negra, su cabellera larga, el uso del cuero en su ropa, dado que la base de sus formas propias de asociación se basan en la música, de éste movimiento se desprenden otro que tiene orígenes similares, pero con expresiones y formas de ver el mundo diferentes, que es el movimiento “punk” con estéticas comunicaciones con contenidos parecidas a las de los rockeros, como los “tatuajes y perforaciones con diversos usos y significados, el cuerpo es un arma para contrarrestar las imposiciones sociales y es el territorio capaz de ser controlado por el joven y no por los adultos y sus instituciones” (Marcial Rogelio, 2009: 16-17) sin embargo un elemento identitario es la cresta, “peinado de la cultura punk, donde se reivindican los derechos ancestrales indígenas americanos y la antimoda.” (Acosta Ana María, 2010: 34). “Sus principales referentes simbólicos (...) tienen que ver con la exposición de una violencia y una estridencia, ya qur¡e consideran que a sus antecesores, los hippies, no se les hizo caso con su “amor y paz” y ahora con esa violencia las demandas juveniles si serán tomadas en cuenta”(Marcial Rogelio, 2009: 16). Además de que la tendencia política del movimiento punk es el anarquismo y en otros casos el comunismo. Otra cultura urbana notoria en Loja es la compuesta por los “metaleros” que se distinguen por el uso de pañoletas pantalones negros o con tintes militares, cadenas, guantes de cuero, a diferencia de muchos rockeros su cabello es muy corto o rapado a mate, rechazan los establecido y manejan tendencialmente un dicurso anti “política”. Dentro de otra expresión encontramos a la cultura “gótica” que “prefieren el aislamiento grupal a las manifestaciones callejeras y los colectivos en movimientos sociales (...) [y los jovenes que cubren su rostro con un mechon de cabello] conocidos como “emos” hicieron de las emociones su motivación para expresarse, considerando que la “catástrofe” es inevitable y sufriendo por ello” (Marcial Rogelio, 2009: 16).
Todo lo descrito es solo una aproximación a lo existente, pues como se expuso en un inicio, no se puede homogenizar a las culturas y expresiones juveniles, los significados y discursos cambian dependiendo de los contextos culturales, territoriales, y sociales en los que se desenvuelven y de las influencias directas que tengan en sus medios.

El pretender que los y las jóvenes por su condición etaria o por su condición estética puedan verse como sujetos de riesgo, peligrosos, o sospechosos de criminalidad, propensos a cometer delitos es una práctica discriminatoria clara contra la que las sociedades deben asumir prácticas de tolerancia y respeto para contrarrestar estos efectos, que se constituyen en una violación de derechos fundamentales como el derecho a la igualdad, a la identidad, la integridad, a la honra y el buen nombre, a la libertad estética, al libre desarrollo de la personalidad, y la soberania del cuerpo.

En Ecuador se protegen todos los derechos señalados, a través de instrumentos internacionales, como la Declaración Universal de Derechos Humanos (Artículos 1, 2, 7, 18, 19)1, la Convención Iberoamericana de los derechos de los jóvenes (Artículos 5, 10,14, 15, 16, 17, 18)2, la Constitución de la República del Ecuador (Artículo 11, numeral 2, artículo 21,23, 39)3 y normas internas como la Ley de la Juventud (Artículos 4, 6, 7, 9, 10 18.)4 Por lo tanto existe un marco jurídico internacional de protección a las identidades y culturas juveniles, marco al cual debe sujetarse la actuación del Estado, y de todas las personas.

La mayoría de gente piensa que las culturas urbanas unicamente están vinculadas a la violencia, las drogas y el alcohol, pero las culturas urbanas también son parte de esa resistencia frente a un sistema que te anula si eres diferente, que son parte de nuestras movidas juveniles, son jóvenes como nosotr@s viviendo cada día frente a la presión del mundo adultocéntrico, y son como nosotr@s las víctimas de un otrocidio que aun no termina de fallecer.” (Jatari Yana, 2009: 16)

Sin duda nuestro reconocimiento como una nación ancestral con expresiones culturales diferentes y declaracion pluricultural, multietnica, multinacional, da cuenta de nuestra diversidad y por lo tanto de nuestra responsabilidad como ciudadanía para conformar la unidad en medio de la diversidad, entender que la diversidad nos hace diferentes, pero no indiferentes a nuestra condicion de seres humanos. Desde esas variedades culturales debemos propender al respeto y al diàlogo de saberes entre adultos, adultas y jóvenes, intergeneracional e interculturalmente, eso permitirá que nos entendamos desde posiciones horizontales, libres de prejuicios, miedos, y represión a lo diferente, aprendamos a vernos y valorar nuestra riqueza en matices culturales.
Aprendamos a vernos como ciudadanos y ciudadanas, desde lo colectivo, sin segmentaciones y segregaciones culturales, y aprendamos a luchar contra el miedo a lo diferente, sino más bien propiciemos acercamientos que nos permitan conocer al otro, romper con lo que desconocemos del otro, y recordar que al igual que nosotros y nosotras tienen derechos desde el día en que nacieron, por su sola condición de seres humanos.

No es cierto que todo tiempo pasado fue mejor. Lo que pasaba era que los estaba peor, todavia no se habian dado cuenta”. Quino.

FUENTES:
  • Acosta Ana María (2010) “En mi colegio la cresta está expulsada. Reglamentos internos de colegios vs Constitución”. En Revista Sakudt resistencia, información y acción juvenil. Nro. 7, Derecho a la educación para todos y todas. Quito, Ecuador.
  • Barrientos Alejandro (2006) “Jóvenes y territorios urbanos: la noche en el centro paceño”. En Revista Ecuador Debate Nro. 68. Jóvenes y Juventudes. Quito, Ecuador.
  • Borja Rodrigo (2008) Sociedad, cultura y derecho. Segunda Edición. Editorial Planeta del Ecuador S.A. Quito, Ecuador.
  • Cevallos Francisco (2006) “Comprender lo joven Sublimación y condena: los desencuentros del discurso”. En Revista Ecuador Debate Nro. 68. Jóvenes y Juventudes. Quito, Ecuador.
  • Cevallos Chrystiam (2005) “La situación de la Juventud en el Ecuador. Miradas, definiciones y Construcción de políticas públicas. Tomo I. Secretaría Técnica del Frente Social. Sistema Integrado de Indicadores Sociales Ecuador, Ministerio de Bienestar Social. 
  • Chauvín Juan Pablo (2005) Sociología y Antropología Social. Guía didáctica. Editorial de la Universidad Técnica Particular de Loja. Loja, Ecuador.
  • Constitución de la República del Ecuador (2008) – Artículo 11, 21.
  • Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) - Artículo 1, 2, 7, 18, 19.
  •  Feixa Carles (2000) “Los espacios y los tiempos de las culturas juveniles”. En Aproximaciones a la Diversidad Juvenil. México: El colegio de México de Medina Carrasco. México.
  • Jatari Yana (2009) “¿Estas a la moda o en la resistencia?”. En Revista Sakudt resistencia, información y acción juvenil. Nro. 6, Los rostros del autoritarismo. Quito, Ecuador.
  • Ley de la Juventud (2001) Artículos 4, 6, 7, 9, 10 18.
  • Marcial Rogelio (2009) “Culturas Juveniles. Referentes simbólicos y ámbitos de expresión” En Culturas Juveniles, Revista Iberoamericana de Juventud. Organización Iberoamericana de Juventud. Madrid, España.
  • Martínez Elí (2011) “Culturas Juveniles vs Micro-sociedades”. En Las Juventudes hoy: Entre las culturas juveniles y las micro- sociedades. Módulo II. Diplomado Derechos Humanos y Actoría Social Juvenil. México DF. México.
  • Romo María Paula (2006) “Política vieja vs. Sociedad joven”. En Revista Ecuador Debate Nro. 68. Jóvenes y Juventudes. Quito, Ecuador.
  •  Zapata Paula (2009) “La diversidad cultural es el reconocimiento de la parte del otro que hay en mi” En Culturas Juveniles, Revista Iberoamericana de Juventud. Organización Iberoamericana de Juventud. Madrid, España.

1Artículo 1.- Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

Artículo 2.- Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.
Artículo 7.- Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.
Artículo 18.- Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.
Artículo 19.- Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

2Artículo 5.- Principio de no-discriminación. El goce de los derechos y libertades reconocidos a los jóvenes en la presente Convención no admite ninguna discriminación fundada en la raza, el color, el origen nacional, la pertenencia a una minoría nacional, étnica o cultural, el sexo, la orientación sexual, la lengua, la religión, las opiniones, la condición social, las aptitudes físicas, o la discapacidad, el lugar donde se vive, los recursos económicos o cualquier otra condición o circunstancia personal o social del joven que pudiese ser invocada para establecer discriminaciones que afecten la igualdad de derechos y las oportunidades al goce de los mismos.

Artículo 10.- Derecho a la integridad personal. Los Estados Parte adoptarán medidas específicas de protección a favor de los jóvenes en relación con su integridad y seguridad física y mental, así como contra la tortura y los tratos crueles, inhumanos y degradantes.

Artículo 14.- Derecho a la identidad y personalidad propias. 1.Todo joven tiene derecho a: tener una nacionalidad, a no ser privado de ella y a adquirir otra voluntariamente, y a su propia identidad, consistente en la formación de su personalidad, en atención a sus especificidades y características de sexo, nacionalidad, etnia, filiación, orientación sexual, creencia y cultura. 2. Los Estados Parte promoverán el debido respeto a la identidad de los jóvenes y garantizaran su libre expresión, velando por la erradicación de situaciones que los discriminen en cualquiera de los aspectos concernientes a su identidad.

Artículo 15.- Derecho al honor, intimidad y a la propia imagen. 1. Los jóvenes tienen derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen. 2. Los Estados Parte adoptarán las medidas necesarias y formularán propuestas de alto impacto social para alcanzar la plena efectividad de estos derechos y para evitar cualquier explotación de su imagen o prácticas en contra de su condición física y mental, que mermen su dignidad personal.

Artículo 16.- Derecho a la libertad y seguridad personal. 1. Los Estados Parte reconocen a los jóvenes, con la extensión expresada en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el derecho a su libertad y al ejercicio de la misma, sin ser coartados ni limitados en las actividades que derivan de ella, prohibiéndose cualquier medida que atente contra la libertad, integridad y seguridad física y mental de los jóvenes. 2. Consecuentes con el reconocimiento y deber de protección del derecho a la libertad y seguridad de los jóvenes, los Estados Parte garantizan que los jóvenes no serán arrestados, detenidos, presos o desterrados arbitrariamente.

Artículo 17.- Libertad de pensamiento, conciencia y religión. 1. Los jóvenes tienen derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión, prohibiéndose cualquier forma de persecución o represión del  pensamiento. 2. Los Estados Parte se comprometen a promover todas las medidas necesarias para garantizar el ejercicio de este derecho.

Artículo 18.- Libertad de expresión, reunión y asociación. 1. Los jóvenes tienen derecho a la libertad de opinión, expresión, reunióne información, a disponer de foros juveniles y a crear organizaciones y asociaciones donde se analicen sus problemas y puedan presentar propuestas de iniciativas políticas ante las instancias públicas encargadas de atender asuntos relativos a la juventud, sin ningún tipo de interferencia o limitación. 2. Los Estados Parte se comprometen a promover todas las medidas necesarias que, con respeto a la independencia y autonomía de las organizaciones y asociaciones juveniles, les posibiliten la obtención de recursos concursables para el financiamiento de sus actividades, proyectos y programas.


3Art. 11.- EI ejercicio de los derechos se regirá por los siguientes principios: 2. Todas las personas son iguales y gozaran de los mismos derechos, deberes y oportunidades. Nadie podrá ser discriminado por razones de etnia, lugar de nacimiento, edad, sexo, identidad de género, identidad cultural, estado civil, idioma, religión, ideología, filiación política, pasado judicial, condición socio-económica, condición migratoria, orientación sexual, estado de salud, portar VIH, discapacidad, diferencia física; ni por cualquier otra distinción, personal o colectiva, temporal o  permanente, que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos. La ley sancionará toda forma de discriminación. El Estado adoptará medidas de acción afirmativa que promuevan la igualdad real en favor de los titulares de derechos que se encuentren en situación de desigualdad.

Art. 39.- El Estado garantizará los derechos de las jóvenes y los jóvenes, y promoverá su efectivo ejercicio a través de políticas y programas, instituciones y recursos que aseguren y mantengan de modo permanente su participación e inclusión en todos los ámbitos, en particular en los espacios del poder público. El Estado reconocerá a las jóvenes y los jóvenes como actores estratégicos del desarrollo del país, y les garantizará la educación, salud, vivienda, recreación, deporte, tiempo libre, libertad de expresión y asociación. El Estado fomentará su incorporación al trabajo en condiciones justas y dignas, con énfasis en la capacitación, la garantía de acceso al primer empleo y la promoción de sus habilidades de emprendimiento.

Art. 21.- Las personas tienen derecho a construir y mantener su propia identidad cultural, a decidir sobre su pertenencia a una o varias comunidades culturales y a expresar dichas elecciones; a la libertad estética; a conocer la memoria histórica de sus culturas y a acceder a su patrimonio cultural; a difundir sus propias expresiones culturales y tener acceso a expresiones culturales diversas. No se podrá invocar la cultura cuando se atente contra los derechos reconocidos en la Constitución.

Art. 23.- Las personas tienen derecho a acceder y participar del espacio público como ámbito de deliberación, intercambio cultural, cohesión social y promoción de la igualdad en la diversidad. El derecho a difundir en el espacio público las propias expresiones culturales se ejercerá sin más limitaciones que las que establezca la ley, con sujeción a los principios constitucionales.

4Art. 4.- Igualdad ante la ley y no discriminación.- Las normas de la presente ley, los derechos y garantías, se aplicarán a todos los y las jóvenes, de manera independiente a su condición familiar, social, cultural, religiosa, económica, racial, étnica, filiación política, opción sexual o cualquier otra condición personal o la de sus padres, representantes legales o responsables.

Art. 6.- Titularidad de todos los derechos.- Los y las jóvenes son titulares de todos los derechos reconocidos en la Constitución Política de la República, en los instrumentos internacionales vigentes y en otras normas legales, por lo que se reafirma su derecho al pleno goce y disfrute de los derechos humanos, civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, tanto a nivel individual como colectivo.  Los límites a los derechos de los y las jóvenes deben estar expresamente establecidos en la ley y deben encaminarse a lograr el bien común, garantizando la paz, la seguridad pública y los derechos de terceros.

Art. 7.- Naturaleza de los derechos y garantías.- Los derechos y garantías de los y las jóvenes son inherentes a la condición de persona, y por consiguiente, son de orden público, interdependientes, indivisibles, irrenunciables e intransigibles, y en los casos en que sea aplicable, impres-criptibles. Se reconoce la intangibilidad de los derechos.

Art. 9.- Plena participación juvenil.- Los y las jóvenes tienen derecho a participar en todos los asuntos que les interese o afecte; especialmente en el diseño y evaluación de políticas y ejecución de acciones y programas que busquen el desarrollo y el bienestar de la comunidad, para ello el Estado propiciará y estimulará la conformación de organizaciones de jóvenes. La plena participación de la juventud implica el reconocimiento de la libertad de pensamiento, conciencia, religión y asociación de los y las jóvenes, incluido su derecho a la objeción de conciencia.

Art. 10.- De la diversidad de los pueblos.- Se reconoce las particularidades de los y las jóvenes perteneciente a nacionalidades indígenas y pueblos afroecuatorianos y su derecho a vivir de acuerdo a sus prácticas culturales. En ningún caso estas prácticas culturales pueden violar los derechos de los y las jóvenes.

Art. 18.- Políticas de promoción de la equidad.- Las políticas de promoción de la equidad buscarán establecer un trato especial y preferente a favor de los y las jóvenes que se encuentren en una situación de desventaja o de vulnerabilidad; para crear condiciones de igualdad real y efectiva. En particular estas políticas se dirigirán a las siguientes finalidades y personas:

a) Asegurar la equidad de género;

b) La superación de la pobreza;

c) La superación de la exclusión cultural o étnica;

d) Los y las jóvenes con discapacidades; y,

e) Los jóvenes VIH-SIDA.